martes, 1 de noviembre de 2011





LA ORACIÓN DEL VENDEDOR
-Padre, te hacemos esta oración de súplica y gratitud, por tus bendiciones, para todos los que nos encontramos esta mañana aquí reunidos.
-Concédenos, Señor, la fortaleza suficiente para saber cuando somos débiles, y el valor suficiente para enfrentarnos con nosotros mismos cuando tengamos miedo.
-Déjanos aprender a sostenernos firmes en la tempestad, y concédenos, Señor, ...un espíritu de lucha tal que nos conduzca hacia el logro de nuestras anheladas metas.
-Concédenos un carácter intrépido, paciente, inquebrantable y una clara vocación de servicio.
-Incúlcanos la humildad para que podamos recordar siempre la sencillez de la verdadera grandeza, la imparcialidad de la verdadera sabiduría, la mansedumbre de la verdadera fuerza y la resistencia y persistencia de un trabajo diario dedicado a servir a los demás y a enaltecer tu gloria.
-Te agradecemos, Señor, por las bendiciones recientes que hemos recibido, por las que en este momento estamos recibiendo y por las que todavía han de venir.
-Te agradecemos por escucharnos, protegernos y bendecir nuestro diario trabajo. Amén

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