martes, 1 de noviembre de 2011

ANECDOTARIO: El cierre del cavernícola

Ciudad Neilly - Zona Sur- Costa Rica - Verano de 1966

Un matrimonio en conflicto. El cliente, un tipo lanzado: parrandero, enamorado y medio torero, eso si, con mucho dinero. La señora a punto de explotar por las trasnochadas aventuras de su esposo. De hecho, el mismo día de la demostración, había llegado en la madrugada después de una tremenda juerga.

El ambiente estaba más que tenso. El cliente estaba dispuesto a comprar, lo que fuera, con tal de contentar a su esposa. La esposa estaba dispuesta a botar la venta, lo que fuera, con tal de mortificar a su esposo.

La demostración de ventas transcurrió entre chistes y bromas del cliente... la señora “con cara de pocos amigos”.
Cuando intentamos “cerrar” el cliente sacó un fajo de billetes de alta denominación y dijo: -!! Páguese !! La señora se le vino encima y bloqueó la compra.
Para neutralizar a la esposa utilizamos la Técnica Narrativa, nos la jugaríamos el todo por el todo. No había de otra, teníamos que aplicar EL CIERRE DEL CAVERNÍCOLA.

VENDEDOR: - Don Carlos y señora, como ustedes saben, todos los días y a todas horas, sin pedir permiso, entran a su hogar una serie de mensajes publicitarios a través de la radio y de la televisión, algunos de ellos no de la entera conveniencia de su familia. Nosotros estamos hoy aquí, con el permiso de ustedes y como han logrado apreciar, nuestro mensaje es de gran beneficio para toda la familia. De manera que nuestra obligación es permanecer aquí hasta que ustedes tomen una decisión que los favorezca realmente... la señora se puso más seria... Pero no se preocupe, señora. Créame, les agradecemos mucho que nos hayan recibido y ya nos retiramos.... Sólo quisiera pedirles un último favor, que nos permitieran contarles un cuento, ya que don Carlos nos ha contado varios y por cierto muy buenos. ¿ De acuerdo?... don Carlos aceptó entusiasmado... la señora enmudeció.

“ Cuenta la historia que en tiempo de las cavernas, habitaba en una de ellas una familia de cavernícolas. Un día se terminó la carne de dinosaurio, y entonces, al cavernícola papá se le ocurrió que debería ir de inmediato a cazar un dino. Tomó entonces un mazo y se acercó a la puerta de la caverna. Pero apenas había llegado, fue sentado de un tremendo golpe por la cavernícola que le increpó de esta manera: - ¿ A dónde va? Pues a cazar un dinosaurio replicó el cavernícola.- !!No usted no va!! dijo enfurecida - !! Que si voy !! Dijo él. -!! Que no va !! Dijo ella. -!!Que si voy!! y se fue.
Pasaron unos días y al fin apareció el cavernícola todo arañado y mal herido pero feliz porque traía una buena cantidad de carne de dinosaurio.
Ella lo recibió de mala manera. Pero esa noche, a la luz de la luna, alrededor de la fogata, la cavernícola observó la felicidad y las ganas con que él y sus pequeñitos, comían un delicioso trozo de dino. Su rostro cambió, sus facciones se suavizaron y una pequeña lágrima recorrió sus sucias mejillas, se acercó llena de cariño y arrepentimiento y le estampó un beso en la mejilla al cavernícola mientras le decía: ¡Gracias por ser tú el que mandas !...

Bien, don Carlos cómo le comenté anteriormente, la oferta especial del día de hoy, les permite, etc, etc. La señora abandono la habitación. El señor compró al contado. Con el tiempo ellos fueron excelentes clientes. Pero cuidado, esta técnica está reservada a los vendedores actores. Sería mejor que lo pensara mucho antes de aplicarla. Podría ser que se le aparezca un cavernícola.

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