lunes, 31 de octubre de 2011

LA PUNTUALIDAD

Cuando un cliente nos da una cita, o asistimos a un evento social o empresarial, la puntualidad es un signo “inequívoco” de buena educación y respeto al tiempo de los demás. Mal hacen las empresas que organizan eventos sobre motivación y liderazgo en esperar a los que llegan tarde para dar inicio. Al actuar de esta manera, la consideración va hacia quienes no la merecen y se irrespeta a los que llegaron a tiempo. ¿Qué clase de ejemplo es este?- ¿ Qué clase de formación es esta?

A pesar que este tipo de eventos se anuncian con suficiente antelación y se marca y remarca la importancia de la “llegar temprano”, la puntualidad es una palabra por muchos desconocida. Desafortunadamente, hay personas que constantemente llegan tarde y generalmente presentan excusas tratando de justificar lo injustificable. Bien les haría leer - con mucho detenimiento- el libro LA VACA del Dr. Camilo Cruz.

Ya sea en la oficina, en una junta o en el salón de capacitación, la puntualidad es algo que debemos cumplir, pues todas las personas merecen respeto. Misma que se construye por el esfuerzo de estar a tiempo en el lugar adecuado. Veamos algunas ventajas:

EL TIEMP0 ES ORO
1- Causa una excelente impresión en otras personas, sobre todo en la actualidad, donde ser puntual…sorprende.
2- Nos hace sentir “extremadamente” bien a nosotros mismos.
3- Mostramos consideración y respeto hacia los organizadores que han invertido tiempo muy valioso en la preparación de los temas, orden y desarrollo, principio y fin, incluyendo los “cortes” para el refrigerio.
4- Mostramos consideración y respeto hacia los demás participantes que sí tienen el hábito de la puntualidad evitando “incómodas” interrupciones. A propósito, apagar los teléfonos móviles es signo de buena educación.

Cuando se ingresa al mundo de los negocios independientes, muchos vendedores equivocan su “rumbo” pues consideran que el ser “independientes” les da el derecho a ejercer el pésimo hábito de “llegar tarde”. Si estas personas tuvieran un patrón que les exigiera puntualidad, a cambio de un salario, posiblemente se esforzarían al máximo por llegar temprano.
No se han dado cuenta que el patrón es su familia, sus metas por alcanzar, la plena realización de sus sueños, y que es un lujo demasiado costoso no observar la puntualidad en todos sus actos. Desgraciadamente, muchas personas “caen en cuenta” cuando ya es demasiado tarde.


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